
martes, 14 de diciembre de 2010
Falso Vivo

jueves, 4 de noviembre de 2010
Il grande starnuto
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viernes, 8 de octubre de 2010
La llegada del gran paquete

lunes, 27 de septiembre de 2010
Revolución del Pedal
jueves, 16 de septiembre de 2010
Puffffffffff
sábado, 11 de septiembre de 2010
NO hay más cerveza

martes, 7 de septiembre de 2010
Sol de setiembre desde adentro
Lentamente el sol va cayendo en el horizonte. Un hormiguero de personas cargando palas, martillos, cintas métricas y mangueras niveladoras se va escurriendo por entre las calles. De todos los pasajes van grupos de personas que van charlando, algunos más alegres, otros más pensativos, unos con esperanza y otros con impotencia y desazón.
En el barrio veo cómo también existen sentimientos bien diversos. Algunos van cerrando las puertas de sus casas rápidamente luego de un día de trabajo, y con cierta ansiedad van aprontando todo para el día siguiente. Otros se detienen para observar en detalle el estado en el que está su terreno, pensando en el día que está terminando e imaginando cómo será mañana. Observan ese hormiguero y piensan, vaya uno a saber qué.
Entro a su casa y sé que no me ven. Estoy frente a ellos pero no lo saben. Los escucho hablar, respirar, los veo moverse y mirarse. Siento su presencia pero ellos no la mía. Me encuentro de repente en una escena que parece cotidiana pero no lo es, pues hoy estuvieron en el barrio un grupo de personas que por lo general no están. Podría ser un sábado más, pero sin embargo hay un aire en el ambiente que hace notar que es diferente.
Vero se termina de tomar ese mate lavado y le comenta a Peco, su pareja, que tiene ganas de empezar a vender ropa en la feria de los domingos después de los partidos de fútbol de Agustín. Le comenta que Agus podría ser de gran ayuda. Peco, pensativo, como absorbido en su pensamientos, le contesta con un “si” que no dice mucho. Ella sigue proyectando su negocio y enseguida imagina todo lo que puede llegar a ser bueno como para vender y así tratar de sacar la familia adelante. Vero sigue hablando, comentándole sobre las estrategias que tiene pensado adoptar, la gente que va a contactar pero ve que Peco le está prestando poca atención.
Peco trata de seguir la conversación pero su cabeza está situada en otro lado, en cómo se ve a sí mismo después del día de hoy. Recuerda cómo estaba hasta hace unas horas, hoy bien temprano en la mañana, antes de comenzar a construir y se ve distinto, siente que ahora está con más fuerzas, con más empuje y piensa por un instante cuánto quisiera que esa sensación permaneciera para poder encarar los desafíos que tiene como padre de familia de un asentamiento. Anhela por un instante lo bien que le haría sentirse con esas fuerzas y con esa motivación para poder transmitirla en su familia y en su barrio. Se siente pleno y lleno de coraje, porque está dispuesto a entregarlo todo, todo por pisar firme fuera del barro y decir presente haciéndose su lugar y el de su familia en este mundo.
Veo que Vero sigue charlando y veo también que mientras habla también piensa, pero piensa de otro modo. Es una mujer más práctica y los discursos impulsivos nunca le han caído muy bien. Aún tiene cierta desconfianza con todo lo que le está pasando. También cree que lo que sucedió hoy en el barrio es algo que puede llegar a generar cambios, pero está segura que ella tiene que seguir adelante con sus ideas porque esa es la verdadera manera con la que puede lograr algún cambio para sus hijos. No está muy convencida que lo que sucedió hoy en el barrio sea algo de lo que aferrarse, porque en definitiva es algo diferente y las cosas diferentes pasan pocas veces. Ella cree en su familia, en sus hijos y en su barrio. Siempre que puede busca apoyarse con los vecinos. Por supuesto no con todos es fácil, porque no todos piensan ni hacen igual, pero está convencida que para logar cambios más profundos tiene que trabajar en conjunto con sus vecinos. Por eso opta por afirmarse sobre lo seguro, sobre su realidad, sobre el día a día y tomar esto que está sucediendo hoy como un empujón pero con cautela, no vaya a ser que por pensar que la salida está ahí uno se vaya a tropezar de la emoción y nunca terminar de salir.
Ahora veo que entra alguien más, Franco, el cuñado de Peco, hermano de Vero, que acaba de terminar de fumarse el cigarrillo. Todavía con olor a humo en el cuerpo, entra a la casa mirando al piso, con cara vacía y sintiendo cómo las miradas de los demás le pesan en las espaldas.
Vero lo mira fijo, diciéndolo todo sin siquiera abrir la boca. Él se da cuenta, pero simula no percatarse para poder seguir como lo ha hecho los últimos tiempos. Vero siente rabia y en el fondo él también. A Vero le duele por ella, por su sacrificio, pero también le duele por él. Hace 7 meses que vive con su hermana y está sin trabajar. Vero le consiguió una changa a través de su patrona pero la terminó dejando. Varias veces lo acompañó a buscar trabajo, pero él, pareciera no estar interesado en nada. Vero trabaja 14 horas por día de lunes a viernes y hace unas semanas que le está dando una mano a su patrona con la cantina del club los sábados hasta el mediodía para tener algún ingreso más. Franco sabe todo esto, pero trata de no saberlo para dejar de ver lo que está pasando.
Enseguida Peco le comenta a Vero algo sobre lo que habían conversado la noche anterior. Él le dice que ella tenía razón y ella le contesta que ya sabía que los voluntarios venían a trabajar porque tiene una compañera en la cantina que vive en una de las cabañas en su barrio. Peco le repite que se sorprendió que hicieran pozo sin chistar, (aunque a alguno le falte práctica quizá), que conversaran naturalmente y que se sintió muy bien compartiendo un plato de comida con esa gente. De hecho Peco se sorprendió a sí mismo, hombre de no muchas palabras, conversando sobre su vida, sobre sus tiempos de joven, sobre sus hermanos y sobre su visión de la vida y de la política, con gente que no conocía prácticamente. Pensó que seguramente sea más sencillo hablar estas cosas con gente que uno no conoce tanto, pero de todas maneras lo había conversado con alguien y eso ya era un comienzo.
Quedan todos en silencio Vero, Franco, Agus y Nati, la beba de 3 meses que cada tanto bosteza como para decir presente en esta noche de setiembre. Luego de ese espacio sin sonidos, Peco mira a Vero y le comenta que cuando terminen la casa, va a salir a buscar bloques para hacer una piecita para los nenes, que el Agus ya está en edad de dormir en un lugar para él y que Nati pronto va a pasar a dormir aparte también, que pronto van a necesitar tener más espacio. Vero sonríe y le da un beso. Le dice al oído que primero hay que dormir bien para mañana, para estar bien fuertes para seguir con la casa y que mañana de noche hablarán sobre el tema.
viernes, 27 de agosto de 2010
Basta de Maniqueismo
miércoles, 4 de agosto de 2010
Peluquería "La Venganza"

miércoles, 28 de julio de 2010
El beso iraní y Los mosquitos alemanes
M-Es de Alemania.
S-Esperá que llamo a Julio. Julio!!!
J-Hola, cómo te va? Título extranjero?
M-Sí, para revalidarlo, estoy por inscribirme en la liga.
J-Tenés la traducción, traductor público y toda la cuestión?
M-Sí, acá tengo todo.
M Saca la carpeta, con traducciones varias y se la entrega. M vivió mucho tiempo en Alemania y tiene casi tantos trámites hechos como días vividos. No sólo eso, sino que en su gran mayoría fueron hechos en Alemania y está acostumbrada a usar carpetas, marcadores y revisar mentalmente entre tres y cuatro veces la lista de documentos necesarios para realizar un trámite. Si por alguna razón siente que le falta algo mientras está en camino, frena el paso, revisa mentalmente su lista y sigue.
Julio saca un marcador flúo, señala lo ya señalado en negrita, no revisa la firma del traductor, se rasca la nariz, piensa en la conferencia que está por dar Maradona luego de dejar la selección argentina, mira a M a los ojos y dice:
J-Esto está perfecto.
M respira hondo, aunque ya sabía que todo estaba bien, pero necesitaba que el del otro lado del mostrador lo dijera para asegurarse. Piensa que pronto estará en las canchas, como en tiempos adolescentes jugando a lo que más le gusta. Junta sus documentos y comienza su retirada para seguir el trámite , ya con el reconocimiento hecho.
J-Esperá, esperá, no huyas, no huyas querida, tengo que hacer un par de cositas antes.
M- Ah...bueno, dale, no hay problema.
Julio va a su escritorio, digita algo, se toma la cabeza y dice
J-Sabés que capaz te la tengo que ingresar como que es una universidad de Berlin, vos cualquier cosa decí que estudiaste en Berlin, porque no sé por qué pero el programa no me la reconoce. La otra vez, con otra que vino ya tuve problema con eso, incluso probé ponerle Munich y no anduvo. A ver esperá. Che, S. ingresame esta universidad, te animás? No me la reconoce, no sé por qué.
S- A ver? Pasame, pasame nomás.
Unos segundos de tensión en M. Su imagen de deportista adolescente se evapora instantáneamente y un obstáculo, hasta el momento inadvertido aparece. Esperemos se resuelva.
S intenta unos segundos y enseguida se da cuenta.
S-Pero Julio, sabés por qué es que no te la reconocía? Porque en alemán universidad se dice universiTAT, entendés? El programa es vivo, hay que hablarle como correponde.
J- Bueno che, ahora tengo que saber alemán también?
S- Y mirá esto, te la encajo con puntitos si quiero, como DEBE ser. Porque en alemán universidad va con puntitos, es universiTÄT. Viste cómo se aprende algo nuevo todos los días? Hoy cuando llegue a casa le voy a comentar a mi señora que en alemán, universidad va con puntitos.
S sigue investigando, su curiosidad trata de descifrar las incógnitas del programa y las barreras culturales.
S-Mirá, acá está la que intentaste ingresar el otro día y la anotaste como de Berlin. Era de Tubbingen la mina?
J-Sí, yo que sé, creo que sí, era una bióloga o algo así, se fue para Alemania a estudiar los mosquitos alemanes, como si acá no hubiera mosquitos, pero bue..cada uno con lo suyo no?
S-Pero qué bien que quedan los puntitos en esta Ä, qué bien que quedan. En español tendríamos que tener esos puntitos más seguido, sólo aparecen si escribís pingüino o paragüas o alguna palabra que otra más, pero nadie lo pone, no es lo mismo. Estos tipos respetan los puntitos de verdad, los ponene en un documento te das cuenta? Los respetan porque por algo son puntitos, sino no serían, no existirían.
Lo que nunca sabrá el curioso S. es que la muchacha de Tubbingen se llama L. S. y vivió casi 6 años en un monoambiente con M, que son amigas desde la infancia, que L venía a comer lasagna los domingos a lo de la abuela de M y que se animó a decir que no le gusta el chocolate, que se disfrazó con M para ir a ver el móvil en directo del programa "Decime Cuál" cuando estuvo en Uruguay y que engendraron una amistad pocas veces vista. Tampoco sabrá que jugarán en el mismo equipo, el de los títulos raros, con puntitos y tampoco sabrá que el hermano de L juega al fútbol los martes con el hermano de M y menos que menos va a saber que el padre de L fue quien le dio el primer trabajo a otro hermano de M, donde conoció a quien hoy es su novia, futura mujer y madre del hijo que pronto tendrán, sobrino de M y motivo de expectativa general.
sábado, 24 de julio de 2010
Silencios tortales.
viernes, 9 de julio de 2010
Atracón bicicletero
jueves, 10 de junio de 2010
CasoCabalicus

De todas formas, hay algo del pequeño C. que estamos seguros, y es que por su esencia cabalera, por su condición de supersticioso, nunca nos contará ni el 10% de todas sus cábalas, por miedo a que al ser entregadas a la vida, éstas tengan efectos secundarios que lo perjudiquen.
Dedicado a dos grandes cabaleros de alma como F.G. (Nacional) y A.C. (Peñarol).
jueves, 3 de junio de 2010
Justo ahí, comprendió.
sábado, 29 de mayo de 2010
Está todo cocinado...
domingo, 23 de mayo de 2010
Días que serán recordados
domingo, 2 de mayo de 2010
Recuerdos inmigrantes en un dia de lluvia con Armstrong
