viernes, 12 de febrero de 2010

Sobre kebab y chauchas

Estaba hambriento, mi estomago venia cantando hacia rato, cada vez con mas fuerza, protestando su vacio, como esperando una respuesta inmediata. Llego a la cantina de la universidad y para mi sorpresa no habia chauchas ni choclo.
Reconozco que ya soy un experto con las chauchas. Todavia recuerdo el primer encuentro con las chauchas. Fue en la casa de mi tia A, en la epoca que que eramos vecinos, en la epoca de una familia entera que ademas era vecina. Fue subir a la hora indicada, a su casa, y la cena estaba servida, las chauchas en un bowl gigantezco, mostrandose como una verdadura orgullosa, con cierto recelo de las demas y reconociendo que era lo que a ella la diferenciaba de las demas. Tenia entre 4 y 5 anos y no recuerdo haber probado chauchas antes. La sal estaba ahi y luego de degustar senti gusto a ''nada''. Era la epoca en que las verduras no eran mi plato preferido, pero esta, ''no molestaba'', no era fea, tampoco rica, simplemente insipida. Sin embargo puedo decir que las chauchas, ademas de su comico nombre (sin dudas el mejor nombre para una verdura), llevan consigo una tradicion similar a la del vino. De chico uno puede tener cierto rechazo y con el tiempo uno va ''aprendiendo'' a degustarlo. El paladar se acostumbra y ya no ingresa como un completo desconocido sino que promete cada vez, ser mejor.

Esta es la historia de la chaucha, que se me cruzo en ese instante, en el que mire para el costado y no la encontre como generalmente. Sin embargo, vi un cartel que decia: ''Today: Greek Kebab''. Enseguida senti una alegria tremenda por enterarme que comeria kebab, pero al mismo tiempo cierta perplejidad e indignacion por lo de ''Greek''. El Kebab lo conoci por primera vez en Alemania, como una comida turca, fuente laboral numero 1 (a ojimetro, sin estadisticas serias), de los inmigrantes turcos en tierras germanas. Uno se pasea por cualquier ciudad alemana y no costara nada en encontrar un cartel que diga: ''Doner Kebab-Doner Dorum''. Es el simil del carrito en Uruguay. Comida rapida y con el sabor que solo tiene comer en la calle. Algunos inmigrantes con mas idea ya abren restaurantes y pronto como le pudo haber pasado al Jazz, algo popular se puede ir convirtiendo en elite.

Pronto tuve el gusto de conocer a F.W., un militante incansable de lo armenio, quien objetaba que el Kebab, en realidad ''es cosa armenia''. Cerca de donde trabajaba, habia un aleman que vendia esta comida como ''cosa turca'' y gracias a la intervencion de F.W., se vio obligado a ponerlo como comida ''de la zona'', dando la posiblidad al cliente entre ''pan armenio'' o pan de pita. Tales eran los argumentos de F.W. y la conviccion de sus palabras que no tuve mas remedio que asegurarme mentalmente que el ''Kebab es armenio''. Casi habia borrado de mi mente la infima posibilidad que se tratara de un plato de otro lado. Cuando me acordaba de los carritos turco-alemanes, pronto buscaba otra cosa en la que pensar para obligarme a creer en este plato que sin dudas era armenio.

Todo eso hasta ayer, que me encuentro con un Kebab griego. Sin animos de tildar a este fabuloso plato como vendepatria, o peor aun, sin identidad, sin pueblo raiz y sin cultura propia, me ahonde en investigar un poco sobre la procedencia del querido Kebab. Ahora estoy mas perdido que nunca, al encontrarme que esto se come desde medio oriente hasta el lejano oriente, que es originario de Persia (sigue siendo difuso el limite) y que no es una comida sola sino una variedad de comida. Algun historiador de la gastronomomia que me explique esto.

Lo cierto es que tuve oportunidad de disfrutar de este plato cual si hiciera 5 dias que no comiera, deborando hasta el ultimo pedazo de lechuga, carne y tomando agua solo cuando fuera necesario.

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